Desierto.

Fijé mi norte en aquella luz
 que fugaz quiso huir del cielo,
como un viejo cuento envuelto en dolor;
Así el soñador quiso ser sueño.
Viviendo entre ironías, incrédulo…
Como que el temporal nunca amaine;
Y como el péndulo vuelvo al origen
aunque no cambie el crimen del tiempo.
Desconocido en mi propia carne
esbozo el horizonte en mis huesos
hasta que la estrella que rapta noches
pretenda llevarme a su encuentro.
¡Quién calma mi sed si estoy desierto!
¿Quién habita en mí si ya no hay miedo?
La sombra del hombre enfermo escapa
viendo entre capas la culpa del dueño.
¿Quién le pondría precio a su nombre
cuando el valor se mide con hechos?
Será que el río no entiende de cauces
por mucho que siga fluyendo. 

Comentarios

  1. Yo he de reconocer que no sé mucho de poesía, una parte de mí sentía que estaba completamente paralizada ante el tiempo y otra que corría junto a él, ¡difícil de explicar!

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  2. Muchas metáforas sobre diferentes aspectos de la vida ¿desierto? solo el alma que se sienta seca ante el sol de un hermoso día de verano junto al rió...

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  3. No tengo palabras qué decirte, todas ellas son emociones. Es precioso cómo te exhibes en cada pensamiento que dejas por escrito.

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