¿Qué fuimos?
Borré mi sonrisa entre cascadas envueltas de nostalgia.
Desconocía mis límites y puede que todavía ignore gran parte de ellos. Descubrí
un mundo sin mí y nada había cambiado… La obviedad está en quién fuimos, el
dilema en quién seremos.
Escribí cartas al pasado y dejé que el mar las enviase. Las
dejé deambular entre las olas y perderse entre la lejanía. Las envié hacia un
futuro aún fuera de mi alcance sin esperar respuesta. No la necesitaba. Sólo
esperaba que las entendiera, señal inequívoca de que todo estaría mejorando.
Pero sabía que acabaría equivocándome, como siempre, y que mis sueños morirían
como tales. Era palabras que no supieron dibujarse a sí mismas, pero seguían la
corriente. Ya sólo soy el silencio que quisiste regalarme.
Construí castillos de cristal en cada uno de tus desiertos;
pero sin lluvia no hay vida como sin lágrimas, esperanza. Prisionero entre
dunas que creí oasis… El tiempo es arena y caminé entre sus escombros sin
saberlo. Anduve descalzo sobre ellos sin rumbo, buscándome a mí mismo. Confiaba
en que aún guardases los segundos que sólo fueron nuestros. Fui faraón en tus
pirámides y ahora aquel reloj vacío que soñó parar el
tiempo.
Acompañé a tu ausencia. Le regalé las noches que prometimos
y reviví las que ocultamos. Encontré en la oscuridad el reflejo de mis miedos y
la evidencia de tus pasos. Esperé despierto, pero la llama no dura y el fuego
se acaba extinguiendo. Recité tu nombre a la luna para que me lo recordara cada
noche, pero incluso ella me rechaza a veces… Fuiste luz y yo tan ciego. Fui
mitad y tú eras tanto… Hoy soy las sombras que cobijo y las promesas que te
guardo.
Creamos cárceles de piel donde poder estar a salvo. Aprendimos lenguajes
sin palabras que se perdieron, y ahora míralos desconocidos, en busca de otros cuerpos que lleguen a interpretarlos. Viajamos lejos sin camino pero
absortos, porque daba igual el fin, la cuestión era estar juntos. Compartimos sueños
y espejismos. Palabras, tiempo y luz sin dueño. Fuimos la armonía que precede a la tragedia; la
inocencia que confía en las miradas y termina sin aliento. Fuimos uno y luego
otros pero… Ya no importa lo que fuimos, si recuerdos somos y olvido seremos.
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